Espinas de bacalao para proteger del sol, leche de una especie de cabra en vías de extinción para limpiar la piel o vino de Oporto en jabones son algunas combinaciones insólitas que se han hecho realidad en cosméticos innovadores a base de productos típicos portugueses.
Tras mezclarlas con hierro, las espinas de bacalao ganan capacidad para absorber los rayos ultravioleta. Con este descubrimiento, investigadores de la Escuela Superior de Biotecnología de la Universidad Católica de Oporto, al norte de Portugal, han desarrollado una crema protectora solar única en el mundo.
“Se obtuvo modificando las espinas de bacalao con un tratamiento en una solución de hierro, seguido de un proceso de calentamiento a temperatura elevada”, cuenta a EFE Clara Piccirillo, coordinadora de la investigación cuyo objetivo pasaba por encontrar una manera de agregar valor a productos de la industria alimentaria portuguesa. Continue reading